VINOS MARQUES DE MURRIETA HISTORIA OFERTA COMPRA AL MEJOR PRECIO

Marqués de Murrieta es otra de las etiquetas centenarias de Rioja, icono de los Grandes Reservas, de rotunda calidad y elegancia. Elaborado exclusivamente en las añadas excelentes de los mejores viñedos, se presenta en el mercado tras dos años y medio de crianza en barrica de roble americano y roble francés y tres años de crianza en botella, cargado de renovada profundidad, complejidad y viveza.
El Castillo de Ygay, instalaciones recientemente remodeladas tras una reconstrucción millonaria, es una leyenda viva de Rioja que ha sabido mantenerse a lo largo de tres siglos (el XIX, el XX y este XXI) y que parece destinado a romper moldes por su sorprendente viveza. En nariz despliega una intensidad aromática que seduce por sus frutas rojas, notas florales, a trufa, incienso y toques especiados. En la boca es una caricia de textura satinada. Un gran reserva que luce músculo, elegante bouquet, intensidad frutal y un equilibrio impecables. Su coupage es 89% tempranillo y 11% mazuelo. Ya recibió 96 puntos Parker, que lo calificó como mejor Gran Reserva 2005 de Rioja. "Clásico entre los clásicos", dijo Luis Gutiérrez , catador en España del crítico americano, "vuelve a lo más alto con la excelente añada 2005. Muestra una armonía que tan solo los grandes vinos tienen. Largo final y elegante. Me encantó la sensación de seriedad y austeridad que desprende. Se trata de un gran vino de guarda (…) un Gran Reserva marcado por la Mazuelo que debería otorgarle una gran capacidad de envejecimiento. Una gran relación calidad precio para un vino de este nivel".

Según ha publicado Marques de Murrieta en su Facebook, el vino tinto elegido fue Castillo Ygay Gran Reserva Especial 2007. Se trata de un vino de un precio de unos 74 euros, de, según explica la bodega en la ficha de cata del vino, "de las uvas seleccionadas de una añada de calidad excelente en nuestro pago La Plana ubicado en la zona más elevada de nuestra Finca Ygay a 485 metros de altitud".
Las variedades utilizadas son 86% tempranillo y 14% mazuelo. El tempranillo pasa 28 meses en barricas de roble americano de 225 litros y el Mazuelo 28 meses en roble francés. En ambos casos pasan una etapa inicial de su crianza en barricas nuevas. Antes del embotellado y una vez ensamblado el vino final, éste pasa seis meses en depósitos de hormigón. Finalmente, el vino se afina en botella durante un mínimo de tres años.
El maridaje que la bodega recomienda para este vino es con carnes de vacuno a la parrilla, setas, trufas, caza mayor, etc.

Pero volviendo a Castillo de Ygay, esta nota perfecta refrenda el trabajo realizado sobre una marca; un camino que no ha resultado nada fácil. Vicente D. Cebrián-Sagarriga así lo recuerda: “Es el vino que más nos ha costado activar porque tenía unas bases tan profundas que no era fácil adaptarlo a los nuevos tiempos. Había gente que nos decía que no lo cambiáramos, que ya era una de las marcas más importantes del vino. Pero no hicimos caso, y surgió un Gran Reserva tinto alabado por la crítica mundial”. Ahora, un blanco acapara todas las miradas, y también todos los deseos. La perfección existe.

Además de solicitarlo en letras de molde, tras aquella formidable cata reclamé también verbalmente la recuperación de aquel blanco maravilloso. "Tienes una responsabilidad moral e histórica con los blancos de Rioja: el regreso del Ygay blanco", dije entonces a Vicente Cebrián.
Vaya uno a saber si aquellas palabras han tenido que ver con el relanzamiento de Castillo de Ygay Blanco Gran Reserva Especial. Pero en cualquier caso ya lo tenemos otra vez entre nosotros, esplendoroso, vivaz y complejo, tras una crianza que no conoce ningún otro blanco contemporáneo: 252 meses en barricas de roble americano, 67 en depósitos de hormigón y más de tres años en la botella. 30 años, que se dice pronto.

Comentarios